Por Fidel Castro
¿Quién lo duda? Observadores de todas partes y todos los pelajes asistieron a los comicios de Venezuela el 23 de noviembre. Transmitieron sus despachos con absoluta libertad. La oligarquía gritaba estruendosamente lanzando al mundo la grosera calumnia de que la prolongación del cierre de los puntos de votación, que les daba a los ciudadanos la oportunidad de votar, era con el propósito de cometer el fraude, a pesar de que el Consejo Nacional Electoral lo había acordado y anunciado previamente.
Leia AQUI.
Nenhum comentário:
Postar um comentário