En Ucrania, donde sus autoridades hacen gárgaras con la entrada en la familia europea de pueblos civilizados, están revisando febrilmente la historia de la II Guerra Mundial. En la ciudad de Komarni, de la región de Lvov, fue desmontado el monumento al Soldado Soviético, que pereció por la liberación de Ucrania del ocupante nazi.
El permiso para tal vandalismo, como definen esa decisión las organizaciones de veteranos fue extendido por la Comisión estatal para la perpetuación de la memoria de las víctimas de la guerra y de las represiones políticas y, además, por el Servicio estatal del patrimonio nacional cultural. Nadie acudió a la embajada de Rusia en Kiev por tal autorización. Es mas, los diplomáticos rusos se enteraron de ese acto de barbarie por los periódicos.
Vejam o texto completo na RUVR-The Voice of Russia
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