Por Robert Fisk *
¿A qué le teme Israel? Usar la excusa de “áreas militares cerradas” para evitar la cobertura de su ocupación de la tierra palestina es algo que sucede desde hace muchos años. Pero la última vez que Israel jugó este juego –en Jenin, en 2000– fue un desastre. Imposibilitados de constatar la verdad con sus propios ojos, los periodistas citaban a los palestinos que afirmaban que los soldados israelíes habían cometido una masacre –e Israel se pasó años negándolo–. En realidad hubo una masacre, pero no a la escala que originalmente se informó.
Ahora el ejército israelí está intentando nuevamente la misma condenada táctica. Prohíban la prensa. Mantengan fuera a las cámaras. Hace pocos días, sólo horas después de que el ejército israelí entrara a Gaza para matar a más miembros de Hamas –y más civiles, por supuesto– Hamas estaba informando la captura de dos soldados israelíes. Los periodistas en el terreno podrían haber aclarado la verdad o la mentira sobre esto. Pero al no haber ni un solo periodista occidental en Gaza, los israelíes tuvieron que decirle al mundo que no sabían si la versión era verdadera o no.
Mais na Página/12.
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