Escrito por Orlando Guevara Núñez | |
Santiago de Cuba, marzo 1.- Asistí a la convocatoria para, como elector, nominar a los candidatos para las elecciones del próximo 25 de abril, cuando serán electos, en todo el país, los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular. Pienso en mi circunscripción. El delegado actual es buen delegado, pero su salud es delicada; pienso en otros que puedan desempeñarse como representantes. Sin embargo, cuando comienza la reunión, de inmediato surge una propuesta y la analizo. Se trata de un joven, trabajador de la Aduana; otra persona propone a un joven trabajador de Gastronomía. Los son buenos, pero en mi área debemos decidirnos por uno. Al nivel de circunscripción pueden ser hasta ocho y no menos de dos. Sometidas al voto directo de los electores, en mi área quedó Leonardo, el gastronómico. A quien no conozca nuestro sistema electoral, le parecerá extraño. Ninguno de los dos propuestos habló. Ellos mismos no sabían que iban a ser propuestos. Y la única palabra que pronunciaron fue un sí cuando se les preguntó si aceptaban la propuesta. Su aval único es el veredicto de las masas.
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segunda-feira, 1 de março de 2010
Reflexiones de un elector, sobre la nominación de su candidato a delegado
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