sexta-feira, 10 de fevereiro de 2012

El Reino Unido debería dar el ejemplo


El derecho a la libre autodeterminación de los pueblos es reconocido universalmente, pero sin que viole o contradiga el principio de integridad territorial de los países y las naciones.
El pretender que las Malvinas deban ser consideradas parte del Reino Unido por estar habitadas por ingleses –que hasta antes de 1982 ni siquiera tenían derechos ciudadanos plenos, asimilables a los de un habitante de Londres– tiene la misma consistencia legal y lógica que pretender que los habitantes del Barrio Chino de Belgrano, en Buenos Aires, quieran responder políticamente a Beijing o a Taiwan y no a la República Argentina. El derecho a la autodeterminación de los pueblos no fue inventado para grupos étnicos residiendo en un territorio determinado. Los malvinenses pueden seguir siendo ciudadanos ingleses, así como los del Barrio Chino de Buenos Aires seguir siendo chinos, ser respetados en sus culturas y valores, pero residen en un territorio soberano de la República Argentina. Inclusive se puede pensar en un estatuto especial, consensuado, pero que contemple, por sobre todo, la integridad territorial de la Argentina. La España moderna, democrática y del consenso consiguió estatutos autonómicos imaginativos e interesantes para vascos o catalanes, y mantuvo su unidad territorial y nacional.

O texto é do timorense José Ramos Horta, e está disponível no argentino Página 12.

Um comentário:

José Elesbán disse...

Mais um trecho:

"El Reino Unido es miembro permanente y con derecho a veto del Consejo de Seguridad y debería dar el ejemplo de cómo resolver conflictos de manera pacífica. Ya lo hizo en la negociación con China por la devolución de Macao y Hong Kong. ¿Por qué no intenta con Argentina una solución negociada como aquélla? ¿Será porque Argentina no tiene el poder militar de China? ¿Será porque Argentina muestra vocación pacífica? ¿O será por el potencial de recursos naturales que tiene la región? Inclusive si así fuera, siempre existe la posibilidad de una solución creativa para el manejo y administración responsable y sustentable de estos recursos.

Desde el punto de vista de los principios, resulta insustentable que antiguas potencias coloniales mantengan territorios en otros países, como es el caso de Gibraltar, Guantánamo o las Malvinas. En el siglo XXI, cuando la totalidad de los países integrantes de las Naciones Unidas sin excepciones nos comprometimos en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, donde en el Objetivo número 8 se habla de “Promover una asociación internacional para el desarrollo”, es inadmisible que un país europeo, o de donde fuere, conserve colonias a decenas de miles de kilómetros de distancia, y, en especial, cuando esta presencia se apoya en poderío militar."